jueves, 15 de octubre de 2009

LA DECEPCION - Década de los '80



En 1948 fuí cadete de la Escuela Naval Militar...era un adolescente.-

Y desde 1948 pasaron más de 30 años.- Y todavía siguen dando vueltas en mi Cabeza, todas aquellas máximas y órdenes de contenido moral y ético, que, gracias a Dios, penetraron en mi mente y se integraron con mi personalidad.-

Uno, a veces, se pregunta, como lo hacía un colega mío, ¿cuándo dejan de ser inocentes los niños? ¿a qué edad? ¿cómo pasan, de su pureza, a la maldad que caracteriza a los seres humanos?-Y…¿porqué lo hacen?

Lo cierto es que un buen día, nos encontramos con algunos seres conocidos, que imperceptiblemente se han convertido en otros, con una clara disminución de sus sentimientos hacia todos los demás, proceso que seguramente ha llevado su tiempo, sin que se percibiera en forma aparente. Con aquél colega y gran amigo, Dr.Enrique Schwartzman (médico pediatra), nunca le encontramos, a este tema, una explicación convincente.Y entonces, tratamos de justificarlo de diversas maneras, ya que vemos como causa el abandono, ó alguna gran pérdida del caudal humano que los rodeaba anteriormente.-

Padres alcoholistas, madres despreocupadas, ó que han formado nueva pareja, en la cual ese niño ya no es Propio. El hambre, la pobreza, la desocupación, los pésimos políticos que sólo toman aquéllas medidas que les otorguen algún rédito personal…

Lo cierto es que los humanos se han ido deshumanizando, hasta integrar un mundo inmoral, desordenado, totalmente materializado, donde los bienes morales y éticos van desapareciendo casi por completo.

Todo lo que incorporé en la época de la Marina, en mi caso sigue muy fresco y aún vigente, como creo que debe suceder en mis ex-compañeros, y de esto no me cabe duda, aunque hace ya tanto tiempo que no sé de ellos.

Pero esto contrasta violentamente con los casos de otros ex camaradas, que, evidentemente, han pateado el tablero, aquél que contenía todas las enseñanzas. Me refiero a aquéllos que, sin haberse ido “a pique”, han rendido el Pabellón. Han tenido Subordinación y Valor, pero no han sabido defender a la Patria. Otros han robado al enemigo, ya rendido e indefenso.

Otros, han dado un gran ejemplo de cobardía, matando miserablemente a cualquiera, ocultos en la sombra, torturando a ancianos, mujeres y adolescentes, y otros que robaron niños violando su identidad, en la idea de darles un futuro tal vez mejor.

Y yo me pregunto qué pasó, ¿cuándo se miserabilizaron aquéllos muchachos que, alguna vez, parecieron ser poseedores de ideales, como los hombres de verdad?

En la década del “80” se descubrió el velo que me permitió comprobar que, en una minoría de casos, todo lo que juraban y prometían era, vilmente, un triste recitado-espero que a éstos nunca los nombren frente al mástil de la Plaza de Armas, porque definitivamente estarán Ausentes en el recuerdo de los buenos marinos, y ya no podrán confundirse con nuestros verdaderos héroes navales!!

¡Pobres aquéllos Camaradas, que nunca traicionaron a la Patria, y que fueron obligados a rendirse en nuestras Malvinas, por la ineptitud de otros!

¡Dios guarde la memoria del Capitán Giacchino y de todos los otros muertos en cumplimiento de su deber, integrando los cuadros de las tres armas!

¡Dios bendiga a los muchachos del quinto batallón de Infantería de Marina, que pudieron demostrar en Malvinas todos sus atributos militares y de los otros!

-Pobres los militares en general, que siguen cumpliendo y creyendo en los ideales Sanmartinianos, aunque el pueblo, equivocadamente, pretenda despreciarlos.

¡Pobres los policías honestos, que vigilan la seguridad ajena, y resultan inmolados diariamente, y su figura pretende ser arrojada en una bolsa de residuos, porque eso le conviene vaya a saber a quién!

¡Pobres los civiles, honestos, desocupados y hambreados, que siguen siendo llevados de la nariz, por suerte cada vez menos, por los políticos corruptos y ladrones!


A uno le dan ganas de preguntar :
¿Cuándo cambia la gente, el pueblo en general, que cuando uno quiere acordar, ya ha decidido hacer Todo Mal, lo Peor Posible?


JOTACET-15-OCTUBRE-09

4 comentarios:

  1. Hola Jtc!... Grandes reflexiones, iniciando con esas interrogantes sobre cuando se acaba la inocencia en un niño, meditando sobre las causas, los porques... es cierto, vivimos en un mundo cada vez mas deshumanizado, a mi me toco vivir en cierta forma, aun parte de aquellos valores en los años 70 y eso... que ya habia pasado la rebelión de la onda hippie! y los padres de familia se santiguaban cada que oian esa palabra... pero bueno, de alla para aca ha sido un declive cada ve mas enorme sobre las sociedad y sus valores.
    Amigo, me he hecho un nuevo blog, aparte de los que ya tengo jajaja... se llama laindianegrita.blogspot.com, ahi pretendo poner poemas declamados, videos, slides de fotos y fondos musicales... espero que me visites cuando tu puedas.
    Te quiero mucho amigo.
    Vickie (la bikina, la yakesita o la india negrita o como quieras llamarme jajaja)
    Besos!

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  2. -QUERIDA INDIA NEGRITA: METERÉ LA NARIZ CON MUCHO GUSTO EN TU NUEVO BLOG: ¡FELICIDADES!
    JOTACET

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  3. Me encantan tus pensamientos y tus relatos querido amigo y, de vez en cuando me gusta venir a empaparme de vida y sabiduria.
    Un abrazo
    Pepe Cercas

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  4. Desde la pequeña villa de Caldas de Reis en Pontevedra (España) navegando encontré la mención del Dr. Enrique. Me atrevo a enviar este comentario ya que siempre recordaré y agradeceré la presencia del Dr. Schwartzman en nuestras vidas. Hace más de dos décadas, de su mano mi hijo Mariano Marletta (hoy 25 maravillosos y lúcidos años) atravesó el camino tenebroso de un linfoma que lo arrastraba al abismo y nos acompañó hasta que emigramos en 2002. Sin su presencia todo hubiera sido diferente (de hecho sigo añorándolo). Siempre que tengo la oportunidad expreso el reconocimiento por la grandeza profesional y humana de “nuestro Dr. Enrique” alias Dr. Papá Noel. Donde se encuentre Dios lo colme de bendiciones, todo el bien que generosamente repartió con sus inestimables dones, vuelva a él multiplicado (tan genial y humilde que ni se enteraba de su valía). Desde la distancia una mamá para quien el Doctor Schwartzman es símbolo y presencia, que lo sigue queriendo, evocando y estará agradecida mientras tenga vida. Un cordial saludo y un abrazo para Ud. Dr. Jotacet (que si el colega Enrique lo distinguió con su amistad debe ser tan genial como él). Buena vida y a continuar bloggenado!

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