En General Rodríguez había muchos personajes cómicos, como en todos los pueblos de la provincia, pero hubo uno que fue el más sobresaliente: el señor Don Valdés, que era un chacarero muy bruto, pero le decían Don porque tenía muchísima plata.- Así como era de bruto era de bueno, y siempre colaboraba con el Hospital Vicente López y Planes. En el pueblo, era corriente ver pasar en todas direcciones a la suegra de Don Valdés conduciendo un “sulky” con el que repartía todos los productos de la chacra, y ya era como una parte del paisaje. Una tarde me llamó el Director Dr. Carlos Texidor, para pedirme que lo acompañara hasta la casa de Valdés, ya que había enfermado la suegra, y hacia allá nos dirigimos. Era pleno verano, y las habitaciones enormes y con piso de ladrillos, muy frescas pero con poca luz. La examiné y toqué unos bultos en su hígado.-Entonces pedí que corrieran las cortinas, y comprobé que la señora estaba con una ictericia seguramente obstructiva, ya que la orina era muy obscura y la materia fecal casi incolora. Se lo comunicamos a Don Valdés y a su mujer, y les expliqué que había un mal pronóstico. La señora dejó de existir a los pocos días, y el director me pidió que lo acompañara al sepelio. En la casa estaba la gente del pueblo, casi todas mujeres. Llegó el momento del entierro, y nos enteramos que la difunta había pedido en vida, un responso en la Basílica de Luján, con posterior traslado al cementerio de Moreno, “para descansar con sus hermanos”.- Entonces partieron todas las mujeres y unos pocos hombres hacia Luján. Los demás nos quedamos con el filántropo y sus amigos, y con cara de circunstancias. Empezaron a beber anís y ginebra, mientras se comentaba la mala suerte de la vieja, y cuando alguien dijo algo de “la tiricia”, Valdés, que estaba en copas, exclamó ¡Lindo color, carajo!-Al rato, un señor de la compañía de pompas fúnebres anunció que convenía irse acercando a la estación, porque el cortejo procedente de Luján, estaría a punto de llegar, para volver a partir rumbo a Moreno. Entonces fuímos todos juntos caminando lentamente con nuestro benefactor, y al llegar a la estación ya se divisaba a lo lejos, la caravana de automóviles de color azul, viniendo hacia nosotros. En esos momentos, rodeamos a Don Valdés y comenzamos a palmearlo para consolarlo, pero al llegar el Porta-ataúd, el chacarero exclamó en voz alta: ¡Mirá qué corte, mi suegra en coche! Aprovechando la confusión, desaparecí en mi auto hacia Buenos Aires…
También se le atribuía a Valdés, cosa que no me consta, que era tan bruto que una tarde, mientras estaba recostado en paños menores, la esposa le pidió que cuidara al hijito de tan solo un año de edad, mientras ella iba a tender la ropa. Pasó un rato, y a la mujer le extrañó tanto silencio ya que el niño era muy llorón, y al entrar en el dormitorio vió que estaba entretenido, mirando los genitales del padre. Entonces le gritó con todas sus fuerzas, que era un animal, y cómo hacía semejante cosa, a lo que Don Valdés respondió, imperturbable, ¡Y qué querés, que le dé una tijera, pa’que se saque un ojo?!
Yo creo que esta anécdota es inventada, pero así se divertía la gente de Gral. Rodríguez.-
JOTACET- 23-ENERO-2010
También se le atribuía a Valdés, cosa que no me consta, que era tan bruto que una tarde, mientras estaba recostado en paños menores, la esposa le pidió que cuidara al hijito de tan solo un año de edad, mientras ella iba a tender la ropa. Pasó un rato, y a la mujer le extrañó tanto silencio ya que el niño era muy llorón, y al entrar en el dormitorio vió que estaba entretenido, mirando los genitales del padre. Entonces le gritó con todas sus fuerzas, que era un animal, y cómo hacía semejante cosa, a lo que Don Valdés respondió, imperturbable, ¡Y qué querés, que le dé una tijera, pa’que se saque un ojo?!
Yo creo que esta anécdota es inventada, pero así se divertía la gente de Gral. Rodríguez.-
JOTACET- 23-ENERO-2010
DON VALDÉS SIN DUDA TODO UN PERSONAJE, ERES TAN INCREÍBLE DOC, NOS TRAES A PERSONAJES DE ANTOLOGÍA Y ME HACES REÍR Y A VECES LLORAR CON TUS HISTORIAS. SIEMPRE ME ENCANTA LEERTE.
ResponderEliminarTE DEJO MI CARIÑO Y UN BESO MARÍTIMO
Cecy
Una entretenida historia. Me he divertido leyéndola. Saludos.
ResponderEliminarAjjjjjjjjjj lo de los genitales de Don Valdes.
ResponderEliminarQué hombre! Es de no creer,pero que los hay los hay.
Y ese velorio acompañado de alcohol!
Muy buenos los dos relatos.¡Gracias Doctor!¡Un abrazo de este enero tan caluroso!
QUERIDA CECY: LAS HISTORIAS DE VALDES SERÍAN INTERMINABLES. Y VERÍDICAS, SEGÚN SUS PAISANOS, ME HAN DIVERTIDO MUCHO. UN BESO, NENA-
ResponderEliminarJOTACET
AROBOS, AMIGAZO, QUÉ GUSTO QUE HAYAS ENCONTRADO EL HUMOR, DE PAISANOS DE MI TIERRA...VAYA UNO A SABER SU CERTIDUMBRE.UN GRAN ABRAZO
ResponderEliminarJOTACET
QUERIDA SOLCITO: FUÍ PROTAGONISTA DE ESTE PERSONAJE Y SUS HISTORIAS, ENTRE LOS AÑOS 1963 Y 1971... CUANDO LA GENTE TODAVÍA TENÍA HUMOR.
ResponderEliminarBESOS POR TU CASA
JOTACET
Jotita, tus historias me atrapan, me hacen reir mucho y algunas veces me arranxcan lágrimas.
ResponderEliminarEres un genio TROESMA!!!!
Te quiero un montionazo.
AZUL