domingo, 26 de julio de 2009

EL MERCADO DE ABASTO Y SUS FANTASMAS




Construído entre fines del siglo XIX y comienzos del XXº, fue el principal mercado de la ciudad de Buenos Aires, actualmente transformado en uno de los principales shoppings de la ciudad. Durante muchísimos años fue escenario de miles de personajes muy interesantes, la mayoría de origen europeo, mayoristas de innumerables productos que proveían al comercio metropolitano en general.
Mi amigo Francisco Devincenzo, (Pancho), tenía en el mercado, con su padre, un importante puesto de venta de manzanas originarias de la provincia de Río Negro.
Pancho “se fumaba todo”, como decía la barra de la esquina de Bustamante y Córdoba, en la que era una especie de líder, siempre madrugando, mercado, recibir algún camión con mercadería, laburar con el viejo, después almorzar, un rato al café con los muchachos, y luego una siestita. A la noche, un buen baño, vestirse de primera, y muy prolijamente, para enfilar a algún sitio tipo boliche de los de antes, y lucirse como pocos bailando de todo, especialmente tangos.
Yo era estudiante de medicina, y mi compañero Horacio, (otra historia inolvidable de mi vida), me invitó a estudiar en su casa, en la calle Sanchez de Bustamante, a metros de Córdoba. Después de unas horas de estudio, apareció Pancho en lo de Horacio, y allí nos conocimos. Fuimos al café de la esquina, y me presentaron a toda la barra. De más está decir que todos me recibieron muy bien, ninguno de ellos estudiaba, tenían distintos oficios, y grandes esperanzas de que Horacio llegara a ser “Doctor”, ya que había abandonado la Facultad hacía tres años por distintas causas, y al conocerme nos habíamos hecho muy compinches y eso lo había estimulado para retomar la carrera.
Transcurría el año 1.956, y la barra cuidaba mucho de Horacio, ya que habían fallecido sus padres, y vivía solo. Ellos se ocupaban de que comiera, se levantara a horario, y fuera a la Universidad…
Por ejemplo, una tarde estábamos estudiando los dos y eran las 20.30 hs, cuando me pareció sentir ruidos en la sala, y al decirle a mi compañero, se abrió la puerta del escritorio y apareció Pancho…que estaba con un delantal de cocina, y con su infaltable sonrisa nos saludó y dijo: “Los caballeros pueden ir largando, y dirigirse a la mesa”!
Cual no sería mi sorpresa cuando pasé al comedor y ví la mesa tendida, con todo correctamente dispuesto, y nuestro amigo había preparado tallarines amasados por él mismo, y había un olorcito enloquecedor, y todo hecho en silencio, para no distraernos… Esos eran nuestros amigos de entonces…
Y pasaron los años, seguimos viéndonos en aquel café de Bustamante y Córdoba, y fue muy grande la algarabía cuando Horacio y yo recibimos nuestros diplomas de Médicos,
por supuesto rodeados por toda la muchachada…
Una tarde en mi consultorio, recibí la llamada de Pancho, y me dijo que tenía cierto dolor en el pecho…entonces le ordené que se quedara en la cama, y mi esposa, Hilda, me alcanzó el maletín al coche y salí a toda marcha hacia su casa, cerca del Abasto. En el ínterin llamé a un cardiólogo que era Profesor de la U.B.A. y me quería mucho, que llegó a los 10 minutos- Lo examinamos y le hicimos un electrocardiograma, que mostraba alteraciones, pero a Pancho se le dijo que debía reposar 10 días, sin ninguna clase de esfuerzos. Él nos agradeció y nos guiñó un ojo, y dijo ¡olvídense! Y empezó el reposo que nunca había hecho.
Dos días después me llamó el hermano urgente, porque no lo veía bien, y fui volando con el cardiólogo (Dr Franchella)…Cuando llegamos, Pancho había sufrido un infarto muy extenso y estaba grave. El hermano me contó al oído, que esos dos días había estado en cama…pero varias veces con su novia… y había seguido fumando, y había tenido relaciones varias veces…El Dr Franchella y yo estuvimos trabajando alocadamente con Panchito, que hizo dos paros sucesivos, y llegué a darle dos inyecciones intracardíacas, mientras continuábamos con las maniobras de estimulación cardíaca externa, pero sin resultado…hasta que el cardiólogo me dijo: ¡Ya no tiene miocardio que responda!... y con el padre y el hermano, le dimos un beso y cerramos sus ojos-
Así que el Mercado de Abasto de Buenos Aires perdió uno de sus tantos personajes, para mí, inolvidable. Ahora, después de tantos años, dicen las leyendas de ese barrio, que muchas veces se han visto “fantasmas”, en diferentes circunstancias, en uno de los patios de ventas del Shopping… pero resulta que ese patio…coincide con la planta donde trabajaba mi amigo Francisco.
Otro amigo médico, compañero del Colegio Nacional, hace años trabajaba como médico en “Metro Vias”, la empresa se los subterráneos de Buenos Aires, y un día me contó que lo habían invitado a descender a las vías del Metro, para ver como era el sector, que poca gente conoce. Inmediatamente le pregunté a mi amigo, si podía llevar un invitado, y me dijo que sí. A los pocos días, en la estación Pasco del subte “A”, se detuvo el convoy y descendimos, acompañados por un ingeniero de la empresa. Nos explicó que a principios del siglo XX hubo un accidente entre la estación Pasco y la anterior, Alberti, falleciendo los operarios, lo que dejó en suspenso la nueva construcción… y riendo, el ingeniero contó algo que yo había leído en el diario, y se refería a una leyenda sobre “los fantasmas de los obreros muertos en la tragedia”, ya que algún maquinista había creído ver gente vestida con esas ropas, de aspecto fantasmal, que se movían por los escombros que estábamos visitando…
Terminada la aventura, salimos a la calle y fuimos a tomar un café…en el bar, mi colega, José López, me miró fijo y me dijo: Julio César, juraría que allí sentí fuerte olor a tabaco, y nadie fumaba! – Yo le devolví la mirada, y le dije: Pepe, te juro que encima de los viejos escombros me pareció ver un antiguo cenicero de metal ordinario, con la palabra “Cinzano”, como los que había en los bares, y una colilla aún humeando…y ¿no había nadie?
Por supuesto, creo que, por el lugar, era Pancho que nos quiso saludar una vez más, porque él dejó este mundo, pero creo que…¡El cigarrillo, ni muerto!


JOTACET- 27- Julio-09-

10 comentarios:

  1. Doctor, sus amigos y sus barrios jamás morirán aunque ya lo hayan hecho, porque usted los trae a la vida con sus recuerdos. He tenido la suerte este domingo de tener todo el tiempo para sentarme y degustar este escrito tan lleno de su historia, conozco el Shoping y el barrio que describe, pero tal como está ahora, con el Coto al frente, pero en tus letras me puedo transportar hasta llegar a sentie el olor de los tallarines amasados, el humo del cigarrillo de Pancho y el mas intenso de todos los aromas... el de la amistad fraguada en la generosidad de espíritu como la que disfrutaban ustedes. Hay lazos Doc que no los rompe ni la muerte, muy por el contrario, los hace mas fuertes. Un abrazo de esta amiga que te quiere y te respeta y siente gratitud con la vida de poder leerte. Besitos y mi cariño
    Cecy

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  2. -QUERIDA CECY, AMIGA DEL ALMA: PANCHO ERA EL TROESMA, EL TÍPICO PORTEÑO, DE LA ESQUINA, EL BAR Y LA MILONGA. ERA EL QUE TE OFRECÍA TODO, YA QUE ÉL TRABAJABA Y GANABA BIEN, Y VOS ERAS UN TIPO GRIS,SIN GUITA, ESTUDIANTE. ERA EL QUE COCINABA EN SILENCIO PARA NO INTERRUMPIRNOS EL ESTUDIO,EL QUE BAILABA COMO NADIE Y NOS ENSEÑABA...ERA TODO SIMPATÍA Y BUEN TALANTE SIEMPRE...RECUERDO UNA VEZ QUE COMPRÓ UNA RURAL CROSS COUNTRY Y LO PRIMERO QUE HIZO FUÉ VENIR A MOSTRÁRMELA DONDE YO LABURABA DE PRACTICANTE, SONRIÓ Y ME OFRECIÓ LAS LLAVES Y DOCUMENTOS, Y ME DIJO: "DALE, RAJATE Y LLEVÁ A PASEAR A HILDA...ME LA DEVOLVÉS LA SEMANA QUE VIENE, DALE"... ¿ENTENDÉS CECY? ESOS ERAN LOS CÓDIGOS INVIOLABLES, NO LOS DE LOS DELINCUENTES DE HOY- PERDONÁ EL CHAMUYO, PERO ES UN ALIVIO ENORME-CUIDATE, PIBA, EL NÁCAR NO SE ENCUENTRA EN CUALQUIER LUGAR- UN BESO PARA TODA TU BARRA-
    JOTACET Y SUS HISTORIAS

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  3. Ayyy... mi querido amigo, como me habia perdido de venir a este blog tuyo?... es nuevo vd?, veo que ya has publicado varios escritos mas, te prometo venir a leerlos todos en cuanto tenga un tiempo mas descansado... porque esto es!... lo que me gusta!, me encanta leer relatos, cuentos, historias... anecdotas. Seguro que Pancho el cigarrillo ni muerto!, que personaje amigo, que ha quedado indeleble en tu memoria, de tus tiempos de estudiante de Medicina y luego ya como Médico. Gracias por compartirlo.
    Besos
    Vickie

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  4. -QUERIDA VICKINITA: LA PUERTA ESTÁ SIEMPRE ABIERTA PARA LA GENTE DE BUEN GUSTO, Y VOS SOS UNA AMIGA DEL ALMA- PANCHO DEBE ESTAR SONRIENDO DESDE ALLÁ...QUÉ SE YO DONDE ES, PERO ME LO IMAGINO, CHIQUITA. UN BESO GRANDOTE-
    JOTACET

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  5. QUERIDO AMIGO POETA JOTACET:

    QUÉ NARRACIÓN TAN BIEN LOGRADA, DONDE EL LECTOR SE INTERNA EN LA HISTORIA QUE VOS CUENTAS CON TAL INTENSIDAD, REFLEJO DE VUESTRAS INTERESANTÍSIMAS VIVENCIAS...MIS FELICITACIONES!!!..EXCUSE MIS COMENTARIOS SUCINTOS, AÚN NO ME HE RECUPERADO DE MI PROBLEMA DE SALUD, PERO LEO ÁVIDAMENTE VUESTRAS PRODUCCIONES LITERARIAS!...SU AMIGA IRROMPIBLE LORET

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  6. -QUERIDA LORET: DEBES CUIDARTE TU ESÓFAGO, ESPECIALMENTE DE LAS EMOCIONES Y LOS ESFUERZOS, YA QUE SE LE DÁ POR PRODUCIR "NUDOS" Y ESE TIPO DE CHISMES QUE DICE LA CHUSMA...PERO QUE EXISTEN! ¿ASÍ QUE TE GUSTAN ESTAS NARRACIONES? YO PENSABA QUE NADIE LAS LEERÍA, Y RECIÉN LAS HE SACADO DE UN VIEJO Y ARRUINADO ARCÓN DE LOS RECUERDOS-NO SABES CUÁNTO TE AGRADEZCO TUS COMENTARIOS-CUÍDATE, TE Q.M.M.M.! BESOS Y UN POCO DE LORAZEPAM...
    JOTACET EL TORDO IRROMPIBLE

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  7. HOLA DOCTOR,QQUE HISTORIA,CUANTO CAMINO RECORRIDO,CUANTAS COSAS PARA APRENDER.
    LO ADMIRO
    AUNQUE ME ASUSTO,YO EL FASO Y LAS PERCANTAS QUE NO ME DEJAN EN PAZ EN LA ZAPIE,UY DIO,TRES PAROS.

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  8. -TANTO CAMINO RECORRIDO, TANTAS MEDIAS ZUELAS CLAVADAS, TANTOS FASOS ASPIRADOS, TANTO CATARRO EXPANDIDO, TANTOS AMORES QUE SE LLEVA EL VIENTO, TANTOS POEMAS PARA EL RECOLECTOR DE BOLSAS NEGRAS, TANTOS AMIGOS EN LAS NUBES, TANTOS OTROS EN EL AVERNO, PERO CUANTAS MINAS SUELTAS, GUILLE, TRAÉ EL LAZO, DALE, SALGAMOS DE CAZA...VOS ME REMPUJÁS LA SILLA DE RUEDAS, GUACHO?-AHORA, GUARDA, QUE CON LAS PAJAS SE TE VA A LLENAR DE VINCHUCAS EL RANCHO!
    JOTACET EL BUENO

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Jota, ¿sabes?, yo no soy argentina, pero nací en Uruguay, y aunque hay un charquito de por medio que nos separa hay tantas costumbres que compartimos que me has hecho hechar, aún mas, en falta cositas de mi paisito.
    Gracias
    (El comentario de mas arriba lo eliminé porque cometí un error de escritura, pido disculpas)

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